dimarts, 23 de maig del 2023

Soñar como recurso

A la muchacha morena, de ojos grandes y la chilaba bordada, le prometió volver y que su amor sería para siempre. Fue junto a la palmera que cobijó su último abrazo.

Han pasado tres años y no ha vuelto. Las cartas con la promesa fueron cada vez menos frecuentes y la palabra “distancia” creció de tamaño. Al fin se abrigó  con ella.

Hoy sueña que las calles son otras, que los hombres caminan cogidos de la mano y que ella espera eternamente joven.

Félix

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