Un cuchillo
tiene filo de eternidad.
Un proyectil, aristas de esfinge.
Un veneno, píldoras de ciprés.
Un cáncer tiene arterias de infinito.
Un asco, vómitos de mármol.
La vejez, birrete de crespón.
La muerte está dormida en el ombligo,
desde la nana primera de mi cuna.
Se quedó al calor de mi sangre hecha gotillas,
al olorcillo del talco y la colonia.
Pero todos o cualquiera son cordón umbilical
que no se perdió, que no se pudrió.
¡Infelices!, nadie supo dónde fue a parar.
Y viene. El Dedo dispuso que venga de nuevo.
Llamémosle cuchillo, proyectil, veneno,
llamémosle cáncer o asco o vejez.
Conexión perfecta: lo eterno, la esfinge, el ciprés,
el mármol, crespón, lo infinito…
Y la muerte despierta y te enclaustra otra vez
en la tierra que es vientre de madre.
La cuna no es cuna que es foso.
Y la nana…no es nana.
Félix
Un proyectil, aristas de esfinge.
Un veneno, píldoras de ciprés.
Un cáncer tiene arterias de infinito.
Un asco, vómitos de mármol.
La vejez, birrete de crespón.
La muerte está dormida en el ombligo,
desde la nana primera de mi cuna.
Se quedó al calor de mi sangre hecha gotillas,
al olorcillo del talco y la colonia.
Pero todos o cualquiera son cordón umbilical
que no se perdió, que no se pudrió.
¡Infelices!, nadie supo dónde fue a parar.
Y viene. El Dedo dispuso que venga de nuevo.
Llamémosle cuchillo, proyectil, veneno,
llamémosle cáncer o asco o vejez.
Conexión perfecta: lo eterno, la esfinge, el ciprés,
el mármol, crespón, lo infinito…
Y la muerte despierta y te enclaustra otra vez
en la tierra que es vientre de madre.
La cuna no es cuna que es foso.
Y la nana…no es nana.
Félix