dilluns, 8 de febrer del 2021

Entonces

 

Cuando de aquí me vaya me quedaré algún tiempo

en la memoria ajena de amigos, conocidos,

en las manos, los ojos, el amor de mi esposa

en el llanto primero, después en los suspiros.

 

Presente algunos días entre los familiares,

se alargará el recuerdo por años en los hijos,

los nietos en familia repetirán el nombre

que olvidará su prole, los niños de sus niños.

 

Sólo será la muerte, mi verdadera muerte

cuando nadie se acuerde, cuando reine el olvido.

Cuando se vaya el último que pronuncie mi nombre,

entonces me habré muerto, de verdad me habré ido.

 

“La muerte de la muerte” la llamó algún poeta.

Entiendo ya por qué inmortales han sido

todos los grandes hombres que la memoria guarda

pronunciando sus nombres a través de los siglos.

 

Félix

Imagen:https://www.google.com/s

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