diumenge, 22 d’octubre del 2017


A Víctor, mi hermano

Supe de tu llegada por un jersey azul
y dos caramelillos,
que alguien dejo en tus hombros para mí.
“Mira qué pequeñito, dale un beso”
Llegué a tu naricilla y a tu frente rosada;
el contacto fue cálido, dormías.
Te peinaron a raya, ¿te imaginas?
Olías a una mezcla
de talco, de colonia y niño nuevo.

Y supe que eras tú, querido hermano.

Resultado de imagen de Recién nacido

Pasaron muchos años y para mí seguiste
siendo dulce regalo
de azul y caramelos, de cálido contacto.
Con raya todavía recién hecha
te veía al paso de los días
y seguías oliéndome a gratísima mezcla
de talco, de colonia y niño nuevo,
que se me regaló un veintitrés de marzo
de un venturoso año del Señor.

Supe de tu partida porque yo estaba allí
cogiéndote la mano
que tibia todavía reposaba.
La noche se hizo eterna y en tus ojos
la eternidad nacía,
mientras los míos morían de esperanza.
Sólo un poquito antes
nos hiciste reír, pues tú sabías
que ocasión como ésta ya no habría
para poder reír. Y nos reímos,
y tu esposa rio, rio tu hijo,
y tú, que no podías, sonreíste.
Gracias por tu hermosa despedida
que mitiga el dolor de no tenerte

siempre que la recreo.

Félix

Resultado de imagen de mpribundos En el hospital
Imágenes:https://www.google.es

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada