Un hombre y dos
caminos
Sabrina es un bombón, es
cariñosa,
elegante y coqueta; sus
andares
envidian mis amigos y
vecinos;
Sabrina es un amor.
Tiene el pelo sedoso y
sus pupilas,
cuando ya la acaricio,
se vuelven muy oscuras,
pocillos que son mezcla
de amor y de misterio. No
podría
vivir ya sin Sabrina; son
cinco años
de vida compartida y muy
feliz.
Lo diré sin rodeos: nos
amamos.
Ayer pedí a Susana en
matrimonio.
-Cásate conmigo –le dije
arrebatado
y puesto de rodillas.
En su dedo anular puse un
anillo
y ella se dejó. Pero
quise que hablara
deseando que un sí
saliera de sus labios,
pues Susana me tiene
enamorado
desde el momento mismo en
que la vi.
.¿Me aceptas por marido
–le insistí.
-Claro que sí –me dijo-
yo te quiero.
Solamente te pongo –se
reía-
una insignificante
condición:
tendrás que prescindir de
la perrita,
en nuestro amor no cabe
tu Sabrina.
Félix
Imagen:https://www.google.com
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