Bucólica venganza
Alfredo contaba ovejas para poder dormir. Las imaginaba
saltando, una a una, la valla del aprisco.
Mas, la súbita presencia a los pies de su cama de un rústico pastor blandiendo su garrota, y de un formidable mastín enfurruñado, conminó a Alfredo a interrumpir la cuenta y a cubrir, huidizo, la cabeza entre las sábanas.
Félix
Imagen:https://www.blogger.com/
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada