Romancillo
del cangrejo
Ya pasó otro
día,
se llena el
talego,
antes de
acostarme
me miro al
espejo,
no quedo
contento
con lo que
estoy viendo.
Me voy a la
cama
pidiendo en
mis rezos
que la noche
oscura
me para un
cangrejo.
Cuando me
levanto
¡menudo
careto!
Esta arruga es
nueva
o eso, al
menos, creo,
y este pelo
hirsuto
en el
entrecejo
ayer no tenía
o no supe
verlo.
¡Ojalá la
noche
me para un
cangrejo!
Al saco otro
día,
delante, el
espejo.
Que este pelo
cano
se me vuelva
negro,
que la piel
retome
su frescor
primero
y mi cuerpo
joven
se clave en lo
eterno.
Noche, mi
aliada,
páreme un
cangrejo
que hacia
atrás camine
desandando el
tiempo.
Félix
Imagen:https://www.google.com