¡No puede ser!
Tu corriente
me arrastra a trompicones,
el arriba y
abajo se han perdido,
no puedo abrir
los ojos,
trago agua y
por momentos no respiro.
saco la cabeza
no sé cómo,
grito:
¡ no puede seeer!
Rueda que
rueda el cuerpo
como un canto
rodado y las rodillas
me sangran.
Insoportable fragor
de tu agua
fura que me hiere cruel
en el oído y
grito:
¡no puede ser,
chiquilla, eres muy tercaaaa!
No hago pie,
ni manos, ni cabeza,
todo mi yo
buscando el equilibrio.
Uno de entre los
dos será más cuerdo,
por fuerza he
de ser yo.
Pero la
catarata se aproxima,
¿será muy
tarde ya?
¡No puede
seeer!
Mientras nos
despeñamos, tú feliz.
Abajo sólo
estruendo y cuando llegue
me habré
pulverizado como tú.
Colgado
todavía en tu torrente,
grito:
¡no puede seeer!
Félix
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