Bucólica soledad
Encendido de amapolas
baja lujurioso el valle.
Desde el río, una muchacha
lanza suspiros al aire
y entona canciones tristes
de la mañana a la tarde,
mientras sueños amorosos
se le enredan en el talle.
Va sufriendo mal de amores,
un mal que ella sólo sabe,
pues no tiene confidente
a quien pueda confesarle
el secreto que le oprime.
Ella sospecha que nadie
entendería sus cuitas
ni curaría sus males.
La pastora va mirando
toda la extensión del valle,
los ojos esperanzados
y el corazón anhelante,
por si acaso apareciera
su amor por alguna parte,
que se está muriendo en vida
por deseos de abrazarle.
Se apagan las amapolas,
el sol declina en la tarde,
amarillean de oro
las rojas manchas del valle.
Junto al río una muchacha
enciende sus soledades
para alumbrarse la noche
con estrellitas errantes.
Encendido de amapolas
baja lujurioso el valle.
Desde el río, una muchacha
lanza suspiros al aire
y entona canciones tristes
de la mañana a la tarde,
mientras sueños amorosos
se le enredan en el talle.
Va sufriendo mal de amores,
un mal que ella sólo sabe,
pues no tiene confidente
a quien pueda confesarle
el secreto que le oprime.
Ella sospecha que nadie
entendería sus cuitas
ni curaría sus males.
La pastora va mirando
toda la extensión del valle,
los ojos esperanzados
y el corazón anhelante,
por si acaso apareciera
su amor por alguna parte,
que se está muriendo en vida
por deseos de abrazarle.
Se apagan las amapolas,
el sol declina en la tarde,
amarillean de oro
las rojas manchas del valle.
Junto al río una muchacha
enciende sus soledades
para alumbrarse la noche
con estrellitas errantes.
Félix
Imagen: https://www.google.es
