No te apures, poeta
No te apures, poeta; poetisa, tranquila:
si algunas decepciones
te llevas como yo, al ver tibia acogida
en tus publicaciones,
la culpa no les eches a aquellos que te
leen
no busques más razones:
acertarás si piensas que no estuviste fino
sin más contemplaciones.
Has tenido una idea, te vino de repente,
puede ser buena piensas;
la adobas, la maceras, la amasas, la alambicas
y por fin, la condensas.
Te ha quedado redonda, e, ingenuo, ya
imaginas
sabrosas recompensas
de buenos comentarios: el lector gozará
de emociones intensas.
Me ocurre algunas veces, y antes me deprimía
mas, ahora, poeta,
me echo la alforja al hombro y sigo
caminando
pues ya sólo me inquieta
el puro tecnicismo, el peligro de hacer
versos con la cabeza
sin ser hijos del alma. Me preocupa tan
sólo
quedar en buen esteta.
Félix
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