dissabte, 23 de març del 2024

Enemistados II

Pasaba yo tan grácil, como cada mañana, a gestionar mis ocios, cuando le vi. Estaba el Tiempo en su esquina, en su silla de anea sentadito, y una honda compasión sentí por él: lo vi  tan deprimido, pobre mío, viéndome pasar…

-Ven conmigo –le dije-, daremos un paseo, la mañana es radiante.

¿No ves que ya no puedo? –gritó muy enojado- ¡Sigue pasando tú!

Le perdono, está tan viejecito…

Félix

Imagen:https://www.blogger.com/

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada