Un brujo me ha mezclado los colores
Hediondo y embarrado
como de chocolate, un caldo oscuro
cayó sobre mi otoño
y ha quedado pardusco, calcinado,
desertizado, muerto.
Un brujo malnacido
ha robado el rojo de tus labios
y el carmín de los labios
de las rosas;
el verde de tus ojos
y el verde del laurel;
de tu piel ha robado
el dorado sedoso y el sedoso
amarillo
de los melocotones;
el azul de los mares ha robado
y el azul de los cielos que
zurcen los vencejos;
ha robado el blanco de la espuma
y el virginal de todos los neveros,
el luto de las viudas
y el negro de tu pelo y de la endrina;
de los amaneceres robó el rosa
y el pálido naranja
de la puesta del sol.
En caldero de cobre
los puso a hervir, gor, gor.
Allí metió pezuñas y una barba
de chivo,
y allí metió también
la hiel sanguinolenta
de un murciélago
triste.
Pareciéndole poco,
agarró el arco iris
y le robó los siete,
incluso el violeta,
y allí que los metió
junto a un escuerzo vivo.
En caldero de cobre
lo puso a hervir, gor, gor.
Mas, la pócima inmunda,
el caldo pestilente
en vez de conservarlo
en sus tarros roñosos,
cual solía,
el puñetero brujo
derramó su caldero como lluvia
y me arruinó el otoño.
Félix
Imagen:https://www.blogger.com/
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada