diumenge, 6 de desembre del 2020

Pinitos de un poeta con mochila

Por el camino

anda el poeta

haciendo el pino;

 

lleva mochila

que no maleta

y hace pinitos:

 

con Calisto, Melibea y Celestina;

con su vida que es un río que se irá a dar a la mar;

con su vida que es un sueño (y los sueños, sueños son);

con su vida que no muere y muere porque no muere;

con su vida retirada que el mundanal ruido huye:

con una pobre barquilla que se rompe entre peñascos;

con la sombra, negra sombra que le asombra

con un hombre que era un hombre pegadito a una nariz;

con oscuras golondrinas, aquellas que volverán;

con un vuelva usted mañana del pobrecito hablador;

con diez cañones por banda de un velero bergantín;

con querencia cervantina la de un lugar de la Mancha;

con la sangre derramada de Ignacio sobre la arena;

con el caminante intrépido que al andar hace camino;

con nanas de la cebolla y el dolor en el costado;

con un Platero peludo suave como de algodón;

con un cóncavo esperpento en el callejón del gato;

con aquel viaje a Macondo en soledad de cien años;

con Pantaleón Pantoja y alegres visitadoras;

con Don Manuel Bueno y Mártir y su Niebla que es ‘nivola’;

con los versos más tristes escritos en una noche:

con la primavera (¡Ay, Gabriela!) y el naranjo en flor;

con el cortejo, oro y hierro, de aquellos claros clarines;

con Vallejo en su  noche de setiembre;

con un Aleph y la casa de Asterión:

con las palabras cogidas del rabo muy azotadas;

 

y con un largo etcétera, etcétera latino…

 

que haciendo el pino

por el camino

anda el poeta

y hace pinitos;

porta mochila

que no maleta.

 

Félix

Imagen:https://www.google.com/

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