Escribían 10 poetas,
uno desgració un soneto:
nueve quedan, ni uno menos.
De los nueve que nos quedan,
uno intentó un serventesio:
ocho quedan, en efecto.
De los ocho que quedaban,
un solo verso decente
parió uno: quedan siete
De estos siete que nos quedan,
uno no halló consonante:
queda uno menos que antes.
De los seis que nos quedaban,
uno fue doctor en ripios:
ya sólo nos quedan cinco.
De estos cinco que nos quedan,
uno sólo asonantaba:
ya sólo cuatro quedaban.
De los cuatro que quedaban,
uno se tragó un romance:
tres quedaron al instante.
De los tres que aún quedaban,
uno parió redondillas:
sólo dos quedan con vida.
De estos dos que aún quedamos,
hice yo media cuarteta:
ya sólo queda un poeta.
Oye, uno, ten cuidado
no te pille un pareado.
Félix
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Veo que sigue la producción de poemas buenos y cortos, como a mi me gustan!
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