dimecres, 16 d’octubre del 2024

Lentejas

Para engañar al tacto serviría

una piel de cabrito, sin embargo

no era necesario para el ojo:

el padre estaba ciego.

 

Por entonces no estaban descubiertas

las patatas, yo creo que el artista

pensó que para el caso bien valdría

un guiso de lentejas.

 

La mamá fue la musa inspiradora,

la autora intelectual de la comedia

–él es más cariñoso- se decía

para justificarse.

 

No creo que el mayor se arrepintiera

de lo que había hecho: generoso,

soñador y bohemio, ¿qué importaba

la primogenitura?

 

Él era cazador vocacional,

poco hogareño acaso, muy bravío.

despegado de faldas y arrumacos,

un tanto montaraz.

 

De no haberse comido él las lentejas

ahora se arrepiente el más pequeño.

Famoso es desde entonces el sujeto

por gran estafador.

Félix

Imagen:https://www.blogger.com/

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