Y sigue la evolución del ser humano…
Marisa tenía tres maneras de convertir en milagro la dura lucha diaria para
sobrevivir en esta jungla: pasear por las nubes, ver películas y hablar por
señas. Las tres cosas tienen, sin embargo, sus peligros respectivos: no saber
bajar, quedarse dormido, y que te tomen por loco, aunque en realidad no
desvaríes.
Marisa no supo esquivar la ventolera y descubrió también un cuarto modo de
evasión: manipular ese “chisme”, que precisa la vista de lince y una
extraordinaria movilidad de los dedos. Desde entonces Marisa ignora la
presencia física de las personas, pero es capaz de establecer otras relaciones
variadas e infinitas, pero virtuales, de manera febril.
Y como la naturaleza es sabia y hace que la necesidad cree órganos nuevos y el desuso los atrofie, a Marisa la han nacido hijos con seis dedos y con las cuerdas vocales desecadas.
Félix
Imagen:https://www.blogger.com
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada