dilluns, 14 de novembre del 2022

A mi gato, pidiéndole perdón

 

No conoce mi gato los tejados

ni los lamentos laaaaaargos de febrero

a dúo con las hembras en la noche,

dolientes la heridas de los sexos.

 

Sordomudo es mi gato,

mudo para el lamento.

No sabe interpretar ni reproduce

el ácido placer del sacramento

que se origina limpio por los dos genitales

paraísos silvestres de instintos y deseos.

 

No conoce mi gato los orgasmos

que vienen navegando en el venero

del flujo de la sangre cual atávicas

madreselvas que trepan por los tiempos.

 

No conoce mi gato los tejados

ni los lamentos laaaaaargos de febrero…

 

No sea que descubra en mi mirada

que fui cruel con él sin él saberlo

-ahora, lo prometo, no lo haría-

a mirarle a los ojos no me atrevo.

Félix

Imagen:https://www.blogger.com/

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