¡Marchando una de vida!
Tras esa
puerta oscura sonó el toque de queda,
allí todos los
huesos están humedecidos,
eterno fuego
fatuo alumbrando el silencio,
en los labios
el frío y tan cérea la piel
y habitando la
oruga todas las cavidades.
Si despertador
fuera para iniciar jornada
habremos de
saber cómo de atareadas
andan este
verano las cigarras bohemias
antes de
decidirnos a cambiar edredones
por el sudario
frío. No tengo libertad
mas diré
mientras pueda: ¡marchando una de vida!
Félix
Imagen:https://www.google.com/
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