Labios abiertos,
boca en eterna O,
emitiendo
La Palabra,
Verbo,
flecha en el blanco.
Padre, Padre.
El Padre.
Basta con esto.
Su Palabra en la almendra del mundo.
En el espejo,
la misma imagen:
ojos suyos,
cabellos suyos
y el hoyuelo de la barba.
Félix
Interesante tu blog y bien hecha tu poesía.
ResponEliminasaludos.